jueves, marzo 24, 2011

Tres fragmentos de William Blake


Entre una y otra luz desovilla la noche sus extremos

desentraña frente al fuego jirones de un diálogo espectral un evangelio forjado de fragmentos que anticipan desde ahora su conversión a una fe del humo :


retacería para una secta mendicante que en el destello revelado por la alquímica emulsión observa la estampa de su culto mercenario


y al tiempo que se fija se evapora


en lo que aún sin ser está ya siendo


***

Pronuncia sin decirlas tus últimas palabras las primeras de una fe que ya escurre entre tus dedos su salmo de opacos abalorios


No las digas : mastica su amargo polvorón de hiel y sangre


No digas las palabras no tases en tu lengua el peso de esa arroba


―una alforja de sal superaría la cifra fácilmente― ni repitas en el nombre de tu dios tu nombre en vano


que no hay un reino latente tras la plomada de esas sílabas


un reino no :

la espesura de una luz que a sí te llama

el vago resplandor

de aquello que sin ser estalla siendo


***

Entre uno y otro extremo la luz dura el instante exacto

lo apenas suficiente para cruzar de lado a lado la hendidura

De todo queda un resto un remanente rumor de eternidad tan apenas perceptible como el segundo en blanco repentino

que al anunciar el cambio de estación también enuncia

la cercanía del fin el desenlace

de lo que ya sin ser

está yaciendo


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Compilada por Jorge Fernández Granados, acaba de aparecer la antología conmemorativa de las primeras dos décadas del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. El volumen incluye un centenar de nombres en su momento beneficiarios del famoso Fonki Town. Ahí aparecen estos tres fragmentos de "William Blake arriba a la estación violenta", uno de los apartados de Wide Screen, el libro que escribí durante el año que fui becario de aquel programa.