Huevos*
They are the Eggmen
J. L.
1.
Cascarón,
frágil alabanza,
delicado
culo de doncella,
la mirada más febril,
la más artera,
te hará palidecer,
quebrarte de vergüenza.
2.
Yema solar,
estrella de pura proteína:
¿Qué galaxias sueñas
en tu prisión de calcio?
3.
una novia muy pobre...
R. L . V
Y yo tuve una
viscosita y transparente.
Llamábase Clara:
fluían por mis dedos
sus ricos nutrientes.
4.
no sólo esta tosca materia.
Yoda
Espectro de ti como el silencio
—todo coraza de ausencias—,
sólo en el calor te haces concreto,
allí la ebullición consuma sus misterios,
su ocioso discurrir de doméstica tormenta.
(Así el calor nos vuelve a nuestra tosca materia).
Y brota de las aguas
—compacto tras su sábana fantasma—
tu cuerpo verdadero.
5.
¡¡¡Albricias!!!:
del huevo de Pascua
ha nacido un pavo real.
_________________
* Este ovoide en cinco partes salió de un taller que, entre julio y noviembre de 2003, impartió el poeta Francisco Hernández en el Centro Nacional de las Artes y al que me inscribí nomás pa' saber qué demonios era lo que estaba yo escribiendo. Hace apenas cinco años, en el invierno de 2003-2004, al aparecer en las páginas de la revista Oráculo, se convirtió en el primer poema que yo haya publicado jamás. Fueron Rodrigo Flores y Ramón Peralta, compinches en aquel taller franciscano, quienes me lo pidieron para su revista. Apareció en el para mí afortunado número 13 de aquella publicación bajo el título de "Miradas sobre un huevo". Dos o tres cambios, o mejor, ajustes apenas perceptibles en algunos de sus versos no han podido modificarlo esencialmente en un lustro. Lo pongo ahora aquí nomás de puro ocioso. Si lo hallan insípido, échenle sal.
6 Comments:
Qué insípido va a estar, Cabrerísimo: me gustó un montón. ¡A huevo!
Ese huevo tiene un sabor a talleriado, pero ¡qué buena sazón!.
Pos' a güevo, maese Carranza. Hartos Abrazos.
Y un jugo de naranja pa su desayuno, Pablo.
Respect
Así que fue de a huevo que te hiciste poeta...
Buenos versos, mi estimado.
Pues no, queridísimo Daniel:
Fíjate que más bien fue de manera inesperada, digamos que natural, aunque tardía (como ves, publiqué mi primer poema ya bien cumplidos mis 30). Lo que sí me empeñé en ser "a huevo", allá en mis mocedades, fue narrador, si bien con resultados más o menos desastrosos, aunque debo decir que escribí un libro de fábulas y cuentitos, que tal vez tienes y que se llama Episodios célebres, que encajoné muchos años y que después publicó el Instituto Mexiquense de Cultura en una de esas ediciones fantasmas que tú bien conoces, y que, con todo, es lo único escrito antes de los 25 años por lo que hoy me atrevo a dar la cara.
Salut
No había visto estos poemas, pero me parecieron chingones, ni me fijé en el detalle de la fecha. Das a los huevos una presencia bastante divertida, material, rica (y no es albur, ¿no quieres que te invite a almorzar, por cierto?). Un abrazote. Quién más, Guarrardo.
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