martes, septiembre 30, 2014

Balance anual

a los cuarenta y uno todavía se puede
empezar desde cero. El asunto es el puente:

no sé si hay que saltar de él o atravesarlo...

Hernán Bravo Varela


Hay un cajón repleto
de tiras de somníferos vacías
y borradores de pésimos poemas
que nadie nunca sellará.

Hoy han vuelto los buitres del otoño
para roer el hueso del recuerdo
y el invierno sigue siendo
ese pasillo interminable de un hospital nocturno.

Así concluye el primer año del resto de la vida
(y no valen más el llanto
ni las palabras nunca dichas).

Si es cierto lo que afirman,
después de la caída
toca subir la cuesta nuevamente.

Y yo lo sé:
tras la tormenta
ocurre el terremoto.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y tras el terremoto, llega la calma.

12:22 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Terremoto> dolor> asimilación> reconstrucción. Lo que dicen que es cierto casi nunca es real.

8:30 p.m.  

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